Para lograr alcanzar nuestras metas, es importante tener en cuenta a la gente que nos acompaña en ese camino.
Familia, amigos, pareja, mentores, entrenadores o compañeros, son los que impulsarán nuestros pies para seguir adelante cuando nuestra cabeza nos invite a parar, los que no permitirán que nos rindamos, los que nos convencerán de intentarlo cuantas veces haga falta hasta conseguirlo.
Son los que van a darnos seguridad y firmeza cuando dudemos, apoyo cuando flaqueemos, confianza cuando creamos que no somos capaces, y su propio aliento cuando no nos quede el nuestro.
Son los que nos dan una perspectiva distinta cuando no encontramos la solución adecuada, los que nos indican otro camino cuando solo vemos paredes en el nuestro, los que con sus palabras nos motivan para que demos un poco más cada día hasta lograrlo.
Habrá muchos días de dudas e incertidumbre, es normal, somos humanos, pero por muy mal que estemos, por muchas lagrimas que derramemos, y el agotamiento que tengamos, hay que seguir intentándolo, porque no intentarlo es de mediocres…Y TÚ NO ERES MEDIOCRE.
Así que rodéate de gente a la que le importas, que camine contigo, o corra a tu lado si es preciso, que no te permita retroceder ni mirar para atrás, y que te aporte una perspectiva que permita ampliar tus horizontes, porque esa gente es la que te ayudará a alcanzar tus sueños…