Si no es posible la administración de lactancia materna, o se decide por diversos motivos personales no hacerlo, se elige la lactancia artificial, que es la llevada a cabo mediante leche heteróloga.
Para la preparación del biberón debemos realizar un lavado de manos previo. Además, hay que saber que existen diferentes tipos de tetinas, por lo que es necesario seleccionar la más apropiada, que permita un goteo continuo pero no excesivo para evitar atragantamientos.
En cuanto al agua, se hierve previamente, y cuando esté templada se introduce en el biberón, y posteriormente se añade el polvo, según la concentración que indique cada solución. Se agita la mezcla para evitar los grumos y que se diluya correctamente.
Antes de su administración, se ha de comprobar la temperatura de la leche vertiendo unas gotas sobre la zona interior de la muñeca, se considera adecuada una temperatura de 37-40 grados centígrados.
La administración puede ser a demanda, o cada 3 o 4 horas. La cantidad a administrar es de 75 ml/kg/día el primer día, se van añadiendo 10 ml/kg/día hasta el dia 7, a partir del cual son 150 ml/kg/día.
Para dar el biberón, se debe colocar en la inclinación adecuada para que la tetina siempre esté llena; hay que dejar descansar al bebé para que pueda expulsar el aire; no se le debe forzar, y es importante evitar que se duerma durante la toma.
Como en la lactancia materna, la toma es un momento de compartir ese rato con nuestro peque, es importante una buena posición de ambos, y estar cómodos. En una zona con una iluminación y temperatura adecuadas, y en donde poder estar relajados para disfrutar.